Con estas dos palabras, adelantaban nuestros abuelos lo que iba a venir después de la faena de la Vendimia, que al poco de acabar la feria, ocupaba la vida de Tomelloso.
Esta labor, lo que fue entonces y lo que es ahora, ha ocupado también las aulas de Educación Infantil de nuestro colegio. Racimos de uvas y colmados remolques han decorado nuestras aulas, en las fichas de trabajo: sumamos racimos y enhebramos pámpanas. En el taller de plástica, modelamos uvas garnachas . Y... a la hora del desayuno, suena en el aula la jota de la Vendimia.
Octubre nos "ha dado mucho de sì". Vimos como se vestían antes los vendimiadores, con nuestras manitas, hemos hecho mosto en el aula, sin olvidar, que antaño, la uva se pisaba en un festivo ritual. La visita a una típica cueva de nuestra ciudad completó la mirada al pasado.
Para acabar; el almuerzo de vendimia, con recetas que se comen durante esos días en el campo y con la degustación de productos derivados de la uva.
Con estas dos palabras, las maestras, programamos otro año mas el objetivo de cuidar y educar el privilegio de nuestras tradiciones.
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